La deshidratación es un aporte insuficiente de agua a las estructuras que la necesitan durante el esfuerzo: el cerebro, el riego sanguíneo y el corazón, los músculos y los tendones. Si falta agua en el cerebro, aumenta la temperatura corporal y disminuyen la atención y la lucidez.
Se pierden reflejos y pueden producirse dolores de cabeza. Cuando les falta agua, los músculos se calientan y las fibras menos hidratadas pueden sufrir roturas. Los tendones mal hidratados se inflaman: es lo llamado tendinitis.
La sangre se espesa si contiene menos líquido, por lo que la irrigación de los músculos durante el esfuerzo es menos eficaz. Si el organismo no tiene suficiente agua, el corazón late más deprisa (taquicardia). Es interesante recordar una cifra: si el organismo pierde 1 % de su peso en agua, pierde un 10 % de potencia muscular. Por lo tanto, si un deportista de 70 kg pierde 2 litros de agua —equivalentes al 3 % de su peso—, experimentará un descenso de potencia del 30 %.
Mecanismo:
En sí misma, la contracción muscular ocasiona una liberación de calor (como los pistones de un motor) que a su vez provoca una pérdida de agua. Al sudar, el organismo pierde agua. Y las condiciones climáticas, como el sol y el calor ambiental, pueden aumentar la deshidratación. Si hace calor y hay humedad, la deshidratación se agrava, porque en este caso se compromete el principal medio de reducir la temperatura: la evaporación del sudor. Y cuando hay humedad, el sudor se evapora mal.
Prevención de la deshidratación:
Hay que beber antes, durante y después del esfuerzo. Estas son las reglas principales para que el aporte de agua llegue rápidamente a los músculos durante el esfuerzo:
– Hay que beber poco a poco desde el inicio de la actividad.
– Cuando la bebida contiene sal (sodio), las células musculares están mejor hidratadas (la sal retiene el agua).
– Si el pH de la bebida se aproxima a 7, el líquido que contiene el estómago llega antes a los músculos.
– Las bebidas más eficaces para prevenir la deshidratación durante el esfuerzo son las mineralizadas.
– Una regla fundamental: durante el esfuerzo es preciso beber antes de tener sed, porque esta ya es un síntoma de que el organismo ha perdido agua.